Una investigación publicada en la revista American Journal Neuroradiology reveló que las personas de edad avanzada pero físicamente activas tienen cerebros más saludables que otras de la misma edad pero sedentarias.
Aunque el paso de los años genera que los vasos sanguíneos cerebrales se vuelvan más estrechos, el estudio indica que las personas que realizaban una rutina de actividad física de 30 minutos casi todos los días de la semana mostraron sus resonancias magnéticas una estructura anatómica y funcionalmente más joven que la habitual para su edad biológica.